La camelia
En el jardín del castillo de Soutomaior contamos con más de 400 ejemplares de camelia, 18 de ellos centenarios.
Conviven en este espacio con otras especies autóctonas y ornamentales, entre las que destacan los tres árboles incluidos en el Catálogo gallego de árbores singulares de la Xunta de Galicia: una araucaria de Chile (Araucaria araucana), una secuoya roja (Sequoia sempervirens) y una criptomeria (Cryptomeria japonica). En la actualidad, las 25 hectáreas de superficie están destinadas a viñedo, bosque autóctono, frutales y parque botánico.
El diseño actual de los jardines y el parque botánico, considerados entre los más importantes de Galicia, tiene su origen en 1870, momento en que los marqueses de la Vega de Armijo y de Mos se asientan en la edificación y comienzan un proceso de remodelación para convertir los antiguos campos de maíz en el jardín que hoy conocemos. En la actualidad, se considera uno de los jardines más populares. El protagonista del jardín es un ejemplar de camelia compuesto por 18 troncos que crecen desde la propia base del árbol y que forman la mayor circunferencia de la especie en Galicia.
En 1982, la Diputación de Pontevedra adquirió el castillo, donde comenzó a crear una colección de camelias. En aquel momento había un total de 19 camelias (de las que se conservan 18), que destacan por ser de las más antiguas de Galicia. Sólo un año después se sumaron nuevos ejemplares llegados de Nueva Zelanda, California, Inglaterra o Francia.
Prueba del gran valor botánico y cultural del jardín es que ha sido el primero de España en ser reconocido como Jardín de Excelencia Internacional de Camelia por la Sociedad Internacional de la Camelia, en el marco del Congreso Internacional de la Camelia celebrado en China en 2012. También ha sido el primero en España en obtener el certificado de Jardín Histórico Observer, en el año 2020.
Estas distinciones son un reconocimiento al esfuerzo realizado en su conservación y divulgación. El parque botánico y las parcelas próximas cuentan con más de 400 ejemplares de camelia, todas ellas con su correspondiente cartel identificativo, para que, de esta forma, cualquier persona aficionada pueda conocer la especie y la variedad de cada una de ellas.