Este paisaje único que dibujan el Castillo y su entorno tiene un brillo especial en verano. Cuando las temperaturas suben y los días se alargan, las Rías Baixas se convierten en un destino ideal. El apacible clima atlántico rara vez supera los 30 grados, y nos permite disfrutar del paseo por esta impresionante fortaleza y su cuidada finca. Valores propios que lo han convertido en un referente en materia de turismo de calidad, logrando un perfecto equilibrio entre la protección y divulgación de sus valores patrimoniales y naturales.
"Curas de aire, luz y reposo" fue el eslogan del sanatorio Lluria y se sigue cumpliendo hoy en día. La visita al castillo y sus jardines combina ocio, cultura y naturaleza, el espacio ideal para desconectar en verano con un tranquilo paseo a la sombra de árboles centenarios.
En temporada alta ampliamos nuestro horario para poder ofrecer diferentes propuestas que permiten descubrir los secretos y curiosidades del castillo y sus jardines. Las visitas caracterizadas y teatralizadas son una oportunidad única para conocer la historia de forma diferente. Te recomendamos comprobar el horario de las distintas sesiones y hacer la reserva en la página web para asegurar tu plaza, pues ambas son muy demandadas.
En los alrededores de la fortaleza, los meses más cálidos, se suman al mosaico de colores estas bellas imágenes de mariposas, que se afanan en su labor no sólo en los jardines, sino también en el bosque, el viñedo y el pomar (huerto de frutales). El tema ornitológico es también muy importante en los paisajes de cultivo que rodean el castillo. A su vez, la colección de frutales nos ofrece un acercamiento a nuestra cultura a través de la gastronomía y nos invita a indagar en la importancia de la conservación de especies y variedades autóctonas. Es ahora cuando la naturaleza completa su ciclo y se muestra exuberante. Las flores comienzan a dar su fruto, peras, manzanas y ciruelas de origen local. Todos los cultivares se muestran con su correspondiente cartel identificativo, para que cualquier visitante pueda conocer la variedad de cada ejemplar.
El enoturismo también está presente, la senda del viñedo tiene un encanto especial en verano ya que se encuentra en la recta final antes de la vendimia. Nuestra subzona es la más pequeña de todas las que componen la Denominación de Origen Rías Baixas, pero mantiene las condiciones climáticas idóneas para generar una uva exquisita. La producción de la finca en un año normal ronda los 18.000 kilos.
El cuidado y esmero en la divulgación queda patente en cada rincón de la finca. El jardín francés rebosa color con miles de begonias plantadas a mano convirtiendo la entrada en un trabajado tapiz. Las hortensias son las reinas del verano, es un popular arbusto que se da muy bien en nuestra tierra. Decoran los caminos que rodean la fortaleza desde hace más de 100 años. María Vinyals, en su libro publicado en 1904 El castillo del Marqués de Mos en Sotomayor…, describe el paseo de hortensias, que junto con el jardín fueron parte de su vida estival de manera similar a la que muestran ahora ante nosotros.